martes, 11 de marzo de 2008

De la soledad y el autoconocimiento


Acostada en mi sofá, víctima de una gripe que lleva en mi organismo más tiempo del que yo desearía, me dispuse a ver la "variada" programación que me ofrece Supercable y me encontré con uno de esos programas de MTV tipo reality show. No sé ni cómo se llama, pero es un programa en el cual una chica está buscando novio y le hace pruebas -de cualquier índole- a dos muchachos para ver con cuál se queda al final.

Hasta ahora no me había percatado que cada vez más abundan los shows de este estilo, en el cual un chico o chica buscan el amor en la televisión, o desean vivir nuevas experiencias con sus "ex" mientras las parejas actuales sufren viéndolos en un cuarto contiguo. Eso sólo por mencionar dos programas que he visto en MTV, pero la lista se haría eterna si me pongo a enumerar los casos que pasan en ese canal y en otros.

La realidad nos golpea a diario y es que definitivamente la gente le tiene miedo a la soledad. Es un hecho. Mucho se ha escrito sobre ello, muchos programas se han concebido sobre la base de esta afirmación. Y las personas han respondido. Hago esta aseveración tras analizar que, aún cuando todos desean tener sus "cinco minutos de fama", la verdad es que todos quisiéramos que las cosas fueran más sencillas en cuanto a encontrar el amor se refiere. ¿Y qué más fácil que un programa donde lo único que tienes que hacer es firmar un release y dedicarte a ver si fulanito o sutanito es el que mejor se lleva contigo?

El mejor ejemplo que me viene a la mente es un nuevo programa llamado "Parental control", en el cual los padres del chico o chica están en desacuerdo con su pareja actual y deciden buscarle un reemplazo. Sí, reemplazo. Eso incluye entrevistas a los posibles candidatos y luego una cita romántica con el chico o chica en cuestión. Al final la decisión es tomada en conjunto, entre padres e hijos, y es sorprendente, pero la mayoría de las veces sus retoños escogen a cualquiera de los dos individuos que acaban de conocer, en vez del novio (a) actual.

Obviamente no quiero decir que todo en estos programas sea 100% cierto, pues quienes trabajamos en televisión o conocemos un poco el medio -o simplemente no somos tan ingenuos- sabemos que hay cosas "arregladas", predeterminadas. Pero creo que los productores de estos programas apuntan al hecho de que a la mayoría de la población mundial le encanta los finales felices, esos donde siempre triunfa el amor y todos viven con una sonrisa en el rostro por haber encontrado a la "persona indicada". Por eso es frecuente observar que, después de tanto estrés por saber si menganita o perencejito se decidió por su pareja actual o por el recién llegado, nos conformamos con pensar que al menos no se fue con las manos vacías y nos imaginamos que ahora sí van a ser felices para siempre.

Básicamente eso es lo que queremos creer y lo que quieren que creamos, pero la verdad es que la realidad supera cualquier tipo de ficción -bien lo saben los escritores de novelas-. La soledad es un ente que se pasea a diario por las vidas de cualquier persona, hasta de las que menos pensamos. Pero para muchos la palabra hasta resulta molesta, incómoda. ¿Por qué habría de tener una connotación negativa? Aún trato de entenderlo, pues mucha gente suele asociar la soledad con falta de amor y con tristeza, cuando eso está totalmente fuera de contexto.

Me parece que la sociedad se ha encargado de alimentar esa versión negativa de lo que implica la soledad, pintándola siempre como ausencia de afecto, de gente que te quiera y a quien uno quiera. La misma sociedad nos ha condicionado a pensar que si pasamos de cierta edad y no tenemos planes de juntarnos con otro ser, en términos de matrimonio, ya es malo o ya estamos destinados a morir con un gato como único doliente.

Es demasiado absurdo juzgar situaciones que desconocemos, pero así es el ser humano. Nacimos y crecimos viendo cómo es fácil juzgar a los demás sin siquiera conocer lo mínimo de sus vidas. Por eso las personas son tan implacables en cuanto surge la palabra soledad, les asusta, es como si vieran al mismo Lucifer en vivo y directo.

Yo me pregunto, ¿acaso tener a alguien al lado es garantía de que ya no vamos a sentirnos vacíos?, ¿estar con alguien por estar es sinónimo de compañía? Ciertamente, es importante sentir el apoyo de quienes más queremos, pero me resulta inconcebible el hecho de que muchas personas malgasten su tiempo estando con otra únicamente porque no quieren sentirse solos. Soy de las que piensan como el bien consabido refrán señala: "mejor solo que mal acompañado" y no necesariamente la mala compañía es siempre la otra persona. A veces la peor compañía puede ser uno mismo.

La soledad nos permite concentrarnos en nosotros mismos, en nuestras metas, en lo que queremos realmente, en conocernos más. Simplemente es una forma de vida que nunca deberíamos echar a un lado, aún cuando tengamos a las personas que más amamos al lado. Y es que en ese estado pareciera que estuviéramos más alertas, más pendientes de lo que nos interesa. Tal vez me dejo llevar por el pensamiento de que cuando la gente tiene pareja tiende a anularse como persona autónoma, pues a partir de cierto momento el "yo" se convierte en "nosotros" todo el tiempo y a toda hora.

Por otra parte, la soledad siempre es catalogada por muchos como falta de pareja, probablemente porque el fin último que nos ha impuesto la sociedad es la reproducción y ésta debe necesariamente estar precedida de un encuentro entre dos seres. Pero ¿qué hay de la gente que no tiene pareja y tampoco están solos? Es decir, el hecho de no tener un novio (a) no implica que esa persona está sola en la vida. Entonces, ¿para qué existen la familia, los amigos y los gatos?

Hay momentos en la vida en los que la soledad es necesaria, tanto como lo es el aire y el agua. Esos instantes nos permiten darnos cuenta de que, muchas veces, pretendemos ser alguien que no somos únicamente para agradarle a una potencial pareja para que al final nada funcione y la mayor parte de la culpa la tenga uno, pues si se comienza con deshonestidad no se puede pretender que haya un final feliz. Digamos que esos intentos desesperados por mitigar la soledad terminan siendo peor que el mismo hecho de estar solos.

Desde mi perspectiva la soledad debe ser apreciada en su justa medida, en tanto sea juzgada sin prejuicios y tomando en cuenta siempre los beneficios que trae un estado así.

Conclusiones:
- Teniendo la opción de escoger si estar solo o acompañado, la mayoría siempre escogerá estar acompañada. Lógico, pero hay que tener cuidado, siempre hay que conservar la personalidad que tantos años hemos cultivado y no intercambiarla en todo momento por la palabrita "nosotros".
- No le tenga envidia a esa gente que fue a la televisión y se ganó a ese novio o novia como si fuera un Kino. De seguro todo es un montaje y aunque no lo fuera, eso no va a funcionar. Ellos también van a preferir estar solos en cuanto el show se acabe.
- Aunque suene extraño, a veces la soledad es la mejor compañera que necesitamos en determinados momentos. No importa lo que los demás opinen, sólo interesa el bienestar que eso nos proporcione.
- Tener un gato no es signo evidente de que éste va a ser el único doliente cuando abandonemos este mundo. Afuera hay gente que lo quiere y mucho. Eso no es estar solo.
- No hay que desesperarse por no tener alguien que le diga "mi amor", "mi vidita", "mi cuchi cuchi". Total, para escuchar eso puede ir a cualquier abasto, carnicería o autobús. Eso tampoco significa estar solo.
- Estar solo (a) es una decisión, no debe ser catalogado como una consecuencia o como un abandono de alguien. De todas todas, el respeto hacia uno mismo va primero.
- ¿Se puede estar solo (a) y feliz al mismo tiempo? ¡Claro que sí! Aunque suene a frase de autoayuda es verdad. Piense en los malos ratos que se evita teniendo que enfrentar situaciones incómodas por estar con alguien simplemente para que no digan que está solo.
- Si se encuentra solo (a) en este momento, aproveche para reflexionar acerca de su vida, de lo que quiere, de la persona que le gustaría tener a su lado algún día. Eso sí, no se obsesione mucho con el tema de la pareja, está demostrado que esa persona llega en el tiempo indicado.
- Disfrute la soledad mientras pueda. Está comprobado que encontrar un espacio para uno mismo disminuye en la medida en que se tiene la vida que la sociedad aplaude: con esposo (a), hijos y perros a quienes cuidar.
- A veces el autoconocimiento proviene de la misma soledad. Comparto esta interesante letra de una canción de Madonna con ustedes, pues estoy súper fanática con ella y porque siento que explica a cabalidad mi opinión expresada anteriormente:
I'm not myself when you're around
I'm not myself standing in a crowd
I'm not myself and I don't know how
I'm not myself, myself right now

[Chorus:]
Jesus Christ will you look at me
Don't know who I'm supposed to be
Don't really know if I should give a damn
When you're around, I don't know who I am
I'm not myself when you go quiet
I'm not myself alone at night
I'm not myself, don't know who to call
I'm not myself at all

[chorus]
I always wished that I could find someone as beautiful as you
But in the process I forgot that I was special too

I'm not myself when you're around
I'm not myself when you go quiet
I'm not myself all alone at night
I'm not myself standing in a crowd
I'm not myself and I don't know how
I'm not myself, myself right now
Don't know what I believe

[chorus]
I always wished that I could find someone as beautiful as youBut in the process I forgot that I was special too
I always wished that I could find someone as talented as you
But in the process I forgot that I was just as good as you